Los niños entran en un mundo en gran medida artificial y técnico: un mundo que moldea la conciencia, un mundo moldeado desde una conciencia particular.
Son cuestiones de aprendizaje, memoria e interés. Surgen otras preguntas sobre la interconexión de la corporeidad y la capacidad de aprendizaje, así como sobre la configuración de una relación fructífera con la tecnología.